martes, 15 de febrero de 2011

Libro de guisados, manjares y potajes

por La Biblioteca del Archivo

El autor de este Libro de cozina fue Maese Ruperto Nola, cocinero mayor del rey Fernando I de Nápoles. Escrito originalmente en 1477, es conocido como el Llibre del Coch. La primera impresión que se tiene en la actualidad data del año 1520, en catalán y se imprimió en Barcelona, mientras que en castellano se imprimió por primera vez en 1529, en Toledo, por petición expresa del rey Carlos V.

El libro está compuesto por más de doscientos capítulos, la mayor parte de los cuales corresponde a recetas. La particularidad de este manual de gastronomía no se limita sólo a dar recetas de cocina sino que comienza con varios capítulos dedicados, por ejemplo, a como trinchar carne en la sala delante de los señores, servir la mesa para distintos tipos de personas, cómo hacer de mayordomo, de jefe se sala, etc. El último capítulo es un índice de contenidos.



El libro que nos ocupa, incluye sobre todo recetas de la cocina catalana de la época, la mayoría extraídas del Libre de Sent Soví (recetario de cocina medieval, escrito en catalán), pero, a diferencia de éste, añade recetas de otras gastronomías, como la italiana, francesa, occitana y árabes. En ninguno de los dos aparecen recetas castellanas.

Los productos que aparecen en él son muy variadas, algunos tomados de la Roma antigua y otros aportados por la cultura árabe y judía; por ejemplo, el azúcar, la canela, el arroz, el azafrán, la berenjena, la alcachofa, etc. Asimismo, se aprecian influencias árabes en las técnicas de realización de las recetas: la cocción en chimenea, el uso del triturado de almendras y pan con el mortero para ligar las salsas, escabechado de pescados, entre otras. Una de las recetas árabes que figuran es la "alburnia", podría ser el actual pan de higos, pero con un añadido muy típico de los países árabes: el agua de rosas. Además también se incluyen dos recetas tituladas a la "morisca", y alguna más en la que se especifica que son formas de cocinar extranjeras: "la bonna salsa francesa", "sopes a la lombarda", "torta de xinxanneles a la veneciana". También ofrece innovaciones el Libro de Nola, y en este sentido, destacamos la utilización de la leche de oveja, además de la de cabra en alguna receta, como alternativa a la de almendra. Hay prescripciones de platos para cuaresma que no contiene productos de origen animal y que suelen ser a base de pescados; las personas enfermas tampoco son olvidadas en este recetario y se incluyen recetas para personas convalecientes.

Como dato anecdótico, podemos señalar que las setas no aparecen en ningún plato de los aquí expuestos, a pesar de ser éstas un ingrediente muy apreciado en la cocina catalana, lo que podría explicarse como prevención a posibles envenenamientos. Asimismo, y para terminar, nos referimos a una receta cuya materia prima es el gato. Su fórmula para cocinarlo es el asado, y el resultado era excelente, si nos atenemos a las propias palabras del autor: "se puede comer de él, por se muy buen vianda".

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