miércoles, 8 de julio de 2015

Esos recordatorios de los que todos nos acordamos…

Por Biblioteca Museo Etnográfico de Castilla y León

Dentro de los materiales impresos, existe una categoría denominada ephemera.  El primero en utilizar este término fue el tipógrafo inglés John Lewis, que definió este término como “una serie de obras impresas sobre papel; documentos que han sido producidos en relación con un acontecimiento determinado o un artículo de interés actual y que no pretenden sobrevivir a la actualidad de su mensaje”.

Dicho de otro modo, son todos aquellos papelotes que como 'persona humana' me encantan por su estética, por su información, por su romanticismo, por su modernidad, por su diseño o por lo que sea que hace que te gusten estas cosas pero que como bibliotecario nos complican un montón la vida en todo lo referente a su catalogación y sobre todo a su conservación.
Así pues, entre los ephemera (también hay quien los denomina no libros)  podemos englobar mil y una tipologías: posters, postales, entradas de eventos, flyers, calendarios, sobrecitos de azúcar, vitolas de puros, tarjetas de visita, invitaciones, etiquetas, envoltorios...

Dentro de los ephemera se incluyen también los recordatorios religiosos. ¿Quién no se acuerda de su recordatorio de primera comunión? Generalmente bastante cursi y hortera...

Hace tiempo recibimos en esta biblioteca una donación que incluía bastante literatura religiosa del tipo de devocionarios, libros de oraciones o libros de recomendaciones morales y emboscados entre sus páginas aparecieron decenas de recordatorios como estos:
El clásico recordatorio de Primera Comunión...


Los siempre tristes recordatorios de fallecimiento



Recordatorio de la Primera Misa de un nuevo sacerdote
Y el recordatorio de Votos Perpetuos de una nueva carmelita...
Hay quien quiere recordar que comulgó una vez en una iglesia determinada

Incluso hay recuerdos de no se sabe muy bien qué de un día concreto...

 

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